Anillo IR
- shannonhurley1004
- 22 oct
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Ring IR está desarrollando un dispositivo portátil que utiliza tecnología patentada para detectar gases nocivos de forma rápida y eficiente. La tecnología actual no permite realizar pruebas in situ en tiempo real en entornos donde la detección de gases es crucial para la seguridad y la eficiencia. Este dispositivo está llamado a ser un punto de inflexión en los sectores de la minería, el petróleo y el gas, las agencias gubernamentales, los institutos de investigación y la industria medioambiental.
Fundada por Anna y Charles Harb en 2015, la pareja se convirtió en emprendedora por accidente. En ese momento, Charles era profesor asociado de investigación en la Universidad de Nueva Gales del Sur en la ADFA (Academia de la Fuerza de Defensa Australiana) en Canberra, Australia, y Anna trabajaba a tiempo parcial como redactora de licitaciones. Cuando la Policía Federal Australiana contactó a Charles para crear herramientas que ayudaran a la agencia a encontrar explosivos, Charles no estaba seguro de inmediato de querer trabajar en este problema. En ese momento, el equipo que utilizaba la policía tenía tiempos de procesamiento largos y no era muy preciso. Después de algunos años de perfeccionar su tecnología innovadora, cuando la Policía Federal Australiana volvió a contactarlo, Charles supo que era el momento adecuado para generar un impacto positivo por el bien de su país y, potencialmente, del mundo.
Anna y Charles fueron aceptados en el programa de incubación del Centro Empresarial WESST en julio de 2016. Comentan que WESST les ayudó a sentar unas bases sólidas para el negocio de su empresa. Desde la elaboración de estados financieros hasta el aprendizaje de las regulaciones y los procesos, WESST les ha ayudado a comprender lo necesario para conseguir financiación, contratar empleados y avanzar hacia el lanzamiento de su producto. Han confiado en la mentoría de WESST para superar los momentos difíciles y agradecen que WESST los apoye, anime y apoye en cada paso del camino.
Los dos principales obstáculos que Anna y Charles enfrentaron mientras desarrollaban su producto y negocio fueron la incredulidad de sus colegas y de la comunidad científica de que su solución pudiera funcionar y la obtención de financiación para desarrollar su prototipo.
Han podido superar la incredulidad trabajando constantemente en la idea, solucionando los problemas que surgen y mostrando poco a poco a la gente que la tecnología sí puede funcionar, con prototipos, datos de pruebas, además de curiosidad científica y determinación para encontrar una solución.
Han podido conseguir financiación con contratos a través del gobierno australiano para desarrollar sus ideas, y esto ha sido clave para continuar con el negocio y el producto.
Anna y Charles dicen que les encanta la emoción que les brinda el emprendimiento. Empezaron con dudas, sin estar seguros de si la tecnología funcionaría. A medida que han desarrollado el dispositivo y han demostrado que puede funcionar, el potencial del producto y la emoción de ver cómo la idea se hace realidad los impulsan a seguir adelante. Les encanta que cada día sea diferente y traiga consigo tanto desafíos como éxitos.
Anna y Charles saben que su dispositivo beneficiará a la comunidad al agilizar y facilitar la detección de gases nocivos en entornos industriales, evitando así accidentes y mejorando la seguridad. Además, esperan que, al fabricar localmente, puedan crear empleos y desarrollar una industria que beneficie económicamente a la comunidad.
Actualmente en la fase de prototipo de su negocio, proyectan lanzar un modelo para pruebas en campo el 2do semestre de 2018.



