Bernina Costura y Diseño

Rodeada de telas e hilos coloridos, Marsha Cowan rió cuando le preguntaron cómo le iba a su negocio con la economía actual. "Lo estamos logrando", dijo. Lo cierto es que el negocio ha crecido considerablemente durante sus ocho años de funcionamiento. Ella y su esposo, Izzy, trabajan a tiempo completo en su encantador Centro de Costura y Diseño Bernina y pueden emplear a otras 11 personas.

Marsha admite que está más interesada en el aspecto de costura y diseño del negocio, mientras que su esposo es la persona “de números”, manteniendo su negocio siempre en marcha financieramente.

Con orgullo, señala la sala mientras dice: «Todo lo que ven aquí es nuestro». Salas y salas de inventario, desde máquinas de coser hasta mesas de corte, rollos y rollos de tela, una sala de formación llena de mesas y sillas, y un sinfín de exhibiciones de artículos de mercería. Los bienes eran un espectáculo, y toda la gente que se paseaba comprando de todo, desde acolchados hasta bordados, era un testimonio inmediato del éxito de los Cowan.

Al recordar la pequeña tienda, desde sus inicios hasta la expansión de cuatro a cinco habitaciones, era evidente que estaban haciendo las cosas bien y disfrutando cada minuto. Marsha llegó a WESST en 2006, pidiendo ayuda con su negocio. Asistió a varios cursos, incluyendo el programa MarketLink. Durante esos años, su pasión era organizar retiros de costura para mujeres de todo el país. Creó un pequeño boletín informativo para mantener a sus clientas al tanto de los cursos y las ofertas especiales que ofrecía en su tienda.

No hace falta decir que su boletín informativo ha crecido enormemente e incluye clases que abarcan desde maestría (aprender todos los aspectos de las máquinas que compran los clientes) hasta costura para principiantes (todo tipo de proyectos, incluyendo bordado, acolchado y costura sencilla) y clases avanzadas. Como distribuidora de Bernina, vende máquinas de coser, pero también las utiliza en sus clases, lo que brinda a las mujeres la oportunidad de probar diferentes tipos de máquinas, desde las más sencillas hasta las altamente computarizadas, incluyendo bordado, acolchado y costura con sobrehilado.

El amor de Marsha parece estar obrando a través de su proceso creativo. Cuando un grupo de sus instructores le dijo que estaban cansados de enseñar "lo mismo", entró en pánico. ¿Qué haría si todos dejaban de capacitarse por completo? De inmediato, Marsha e Izzy decidieron que parte del requisito del puesto sería la capacitación, lo que significaba, por supuesto, que todos los empleados debían recibir capacitación cruzada. Eso requería horas de capacitación sobre máquinas, cómo capacitar y cómo vender. Marsha cuenta el caso de una joven empleada que no sabía nada de costura, pero que era maravillosa con los clientes. Después de completar la capacitación cruzada obligatoria, un día le mostró una máquina a un cliente y logró una venta.

Marsha dijo que la capacitación cruzada fue lo más inteligente que había hecho por su negocio. A los empleados no les importaba la capacitación; simplemente se cansaban de repetir el mismo tema una y otra vez. Ahora, todo su personal recibe capacitación cruzada, por lo que todos los aspectos de su negocio están a cargo de todos y, cuando alguien falta, siempre hay un suplente.

En cuanto al futuro, a Marsha le encantaría duplicar el tamaño de su tienda, lo que le permitiría tener más espacio para tiendas y proyectos. Cuando le preguntaron si un edificio del tamaño de un K-Mart funcionaría, se rio y dijo que estaba segura de que podría llenarlo rápidamente. Hablando en serio, Marsha dice que le gustaría volver a ofrecer retiros de costura, y ahora que su personal está completamente capacitado, ese plan parece muy viable en un futuro próximo.