Restaurante Mi Casita

Noelia y Miguel Saens provienen de una larga tradición de emprendedores. Varios miembros de la familia son restauradores con experiencia o han participado en el negocio familiar de restauración. Durante ocho años, Noelia y Miguel trabajaron en el restaurante de servicio completo de su tío. Aprendieron todo lo posible y, cuando sintieron que estaban listos y contaron con el visto bueno de su tío, abrieron su propio restaurante.

Comenzaron a investigar los requisitos necesarios para abrir un restaurante, como obtener una licencia comercial, su número de identificación fiscal y número de CRS, y el seguro comercial correspondiente, etc. Aunque confiaban en sus habilidades para dirigir el restaurante, les preocupaba la barrera del idioma, ya que solo hablaban español. Pero, como lo habían hecho muchas veces en su vida, se esforzaron por aprender inglés.

Una vez que encontraron un local para alquilar, comenzó el arduo trabajo de remodelación y mejoras. Perseveraron y siguieron su plan, trabajando juntos día y noche hasta que estuvieron listos para abrir. Miguel cocinaba y Noelia servía la comida a los clientes y gestionaba la parte comercial del restaurante. Una vez que aumentaron las ganancias, pudieron contratar a una tercera persona para ayudar en la cocina.

Mi Casita es un restaurante mexicano que sirve deliciosa comida casera. Han consolidado una clientela que se ha convertido en una familia y amigos cercanos. Gracias a su crecimiento gradual, han podido incorporar empleados según las necesidades y han mantenido su plantilla, compuesta por seis personas, incluyéndose a ellos mismos. Los Saen están muy agradecidos con su leal personal, que trabaja arduamente para ayudarlos a alcanzar el éxito y, a cambio, siempre están dispuestos a ayudar a sus empleados en todo lo posible.

Noelia conoció WESST gracias a un familiar que los contactó para solicitar ayuda con su negocio. Llamó a WESST para aprender más sobre cómo promocionar su restaurante; a través del programa Dreambuilder de WESST, también completó un plan de negocios. Pero Noelia no se detuvo ahí; también consultó con WESST sobre la contabilidad y el presupuesto de su negocio. Ella y Miguel también completaron un curso de educación financiera de nueve semanas en WESST. ¡Son como esponjas, aprendiendo todo lo que pueden!

Para los Saen los sueños se hacen realidad y ellos son prueba viviente de ello.